La Ley de Moore es una afirmación controvertida que surgió a mediados del siglo pasado. Marca la aparición de una tendencia hacia la enorme reducción de componentes electrónicos en el diseño de ordenadores. Aunque lleva muchos años en marcha, esta tendencia sigue siendo objeto de acalorados debates.
La ley toma su nombre de su creador, Gordon Moore. Fue director del departamento de investigación de Fairchild Semiconductor. El número del 19 de abril de 1965 de la revista Electronics contenía un artículo de Moore en el que relataba los resultados de su investigación, así como sus propias observaciones.
Gordon especuló sobre el número de componentes electrónicos presentes en los circuitos integrados. En su opinión, su número se duplica cada año (12 meses). Para confirmar su hipótesis, Moore proporcionó un gráfico. Muestra una previsión del futuro desarrollo de la microelectrónica. Tomó como ejemplo la siguiente década.
Observando el gráfico, es difícil identificar cualquier información valiosa, ya que la cantidad de información es mínima. El interés del público fue despertado por la leyenda que acompañaba a la imagen. Decía: «Extrapolación del número óptimo de componentes en un circuito integrado con el menor coste posible». Esta frase fue corregida posteriormente en varias ocasiones y pasó a conocerse como la Ley de Moore.
La «firma» original del gráfico ha sufrido muchos cambios. Hay dos versiones conocidas. El primero informa de un factor de coste de componentes más reducido. La segunda edición es más común, pero omite por completo este punto.
Moore hizo su sugerencia al público poco más de 5 años antes de que se creara el primer circuito integrado, conocido como Intel 4004. Su chip estaba equipado con 2.300 transistores. Resultó que la predicción de Gordon no se hizo realidad. Por eso, en 1975, decidió ajustarlo. Ahora bien, el aumento de 2 veces no fue por cada 12 meses, sino por 24 meses.
Para entender si la ley funcionó o se extinguió, es necesario analizar la hipótesis de Moore con lo que tenemos ahora. Para que quede más claro, debemos tomar la cifra que predijo: 64 componentes en 1965, así como el número de componentes presentes en el Intel 4004.
Al afinar los datos de cada año, podemos concluir que la previsión de partida estaba significativamente subestimada. Curiosamente, en el caso del Intel 4004, la Ley de Moore funcionó casi a la perfección.
En el momento del artículo de Gordon, el concepto sonaba bastante convincente. Sugiere un nivel decente de eficiencia, y eso a su vez promete buenas perspectivas. El concepto fue aceptado por todos los diseñadores de microelectrónica, y también se utiliza a menudo como estrategia básica para lograr el éxito competitivo en la industria.