En la actualidad, los astronautas estadounidenses navegan por la inmensa extensión del espacio con trajes espaciales diseñados en la década de 1990. Son trajes grandes, equipados con numerosos. Son extremadamente incómodos para moverse y realizar incluso acciones básicas. El gran peso y la falta de flexibilidad impiden realizar las tareas con rapidez y eficacia.
SpaceX revolucionó la moda «espacial». No sólo enviaban a sus tripulaciones con trajes bonitos, sino también lo más prácticos posible. No van al espacio exterior, pero la idea es digna de mención. La NASA lo examinó y decidió una serie de mejoras, entre ellas el equipamiento de los astronautas. Dos empresas privadas, Axiom Space y Collins Aerospace, fueron contratadas para desarrollar un nuevo «armario».
En 2012, se presentó un traje espacial experimental para sustituir un traje anticuado. Desde el momento en que se presentó, el público no dejó de maravillarse. El desarrollo era una réplica casi exacta del traje que llevaba Buzz Lightyear, el héroe de la legendaria película de animación Toy Story.
Ambos trajes espaciales eran similares en forma y color. Por supuesto, había algunas diferencias. Sin embargo, los fans de los dibujos animados determinaron inmediatamente que los creadores del traje se inspiraron en el aspecto de Buzz. Pero el diseño tenía sus defectos, lo que hacía que no fuera la mejor opción.
La creación del traje tuvo lugar en un momento en el que no se sabía a ciencia cierta dónde irían los astronautas por primera vez. El camino estaba tanto en dirección a la Luna como a Marte. No se excluyó la opción de conquistar otro planeta. Así que los desarrolladores se propusieron crear un traje que fuera lo más cómodo y confortable posible.
El prototipo Z-1 destacó por su mayor flexibilidad gracias a sus numerosas piezas móviles. Cada astronauta fue capaz de doblar los codos, flexionar y ponerse de pie más rápidamente durante una caída. Además, la gama de actividades se amplió considerablemente.
El uso de materiales prácticos y de alta calidad fue una ventaja añadida. Se caracterizaba por la carcasa de poliéster. Esto aseguraba que el traje mantuviera su forma. También había una capa hecha de varios materiales compuestos. Es responsable de la protección contra los saltos de temperatura.
Otra característica del traje era el puerto universal. Se colocó en la parte de atrás. A través de este puerto, el astronauta pudo conectarse a los sistemas de la nave. También podría utilizarlo para conectar el sistema de suministro de oxígeno.
Aunque el Z-1 conquistó los corazones de los astrónomos, tenía muchas desventajas. En particular, tenía algunos problemas de estanqueidad. Esta desventaja es una amenaza mortal en el espacio exterior o en otro planeta. Los desarrolladores decidieron no ocuparse de este problema y se limitaron a crear una nueva versión. Se llamaba Z-2.
La novedad se presentó en 2014. El traje espacial es una gran mejora respecto a su predecesor. Es flexible y hermético, lo que permite una mayor libertad a los astronautas a la hora de realizar sus misiones. Curiosamente, su diseño también es bastante divertido.
El prototipo Z-2 está diseñado en tonos grises con iluminación turquesa. Su característica forma permite doblar los brazos y las piernas, moverse con agilidad por las superficies y levantarse con facilidad cuando se deja caer. Actualmente se está perfeccionando, pero pronto podría convertirse en el traje principal de los astronautas.